“La joven,
cubierta por su hábito de monja y agarrando su crucifijo con fuerza, corría en
la oscuridad del profundo bosque, mirando a sus espaldas cada vez que su carrera lo permitía. Buscaba, ansiosa, el
pequeño santuario que la salvaría de aquel ser.
Su respiración era
entrecortada, le costaba coger aire para llenar sus pulmones. Entonces divisó
las escaleras, presididas por la cruz de madera que protegía el lugar. Aceleró su
carrera, feliz de poder protegerse. Pronto podría salvarse ¿Quién la había mandado a rezar por la noche en
el bosque para estar más tranquila y en paz con la naturaleza? Había sido una
estúpida al pensar que el simple crucifijo que llevaba la protegería.
Estaba
tan ocupada con sus pensamientos, que no vio la gruesa raíz que la hizo
tropezar. Al caer, notó como su túnica se rasgaba y sus piernas resultaban
heridas. Intentó levantarse, pero un dolor insoportable en el tobillo se lo
impidió, quemando toda su pierna hasta el muslo ¿Por qué le pasaba justo en ese momento? Le quedaba tan poco. Dos
metros como mucho. Decidió arrastrase tan rápido como sus brazos se lo
permitiesen.
Tan solo
quedaba un metro cuando escuchó los pasos. La túnica se le estaba manchando de
barro. La chica comenzó a sollozar, para dar paso a un llanto incontrolable que caía, en gruesas lágrimas sobre sus mejillas. Le
quedaba menos. Veinte centímetros. Si solo tocaba el crucifijo se salvaría. Tan
solo tenía que recorrer diez centímetros más. Solo diez. Si los conseguía
avanzar antes de que la atrapase.
La joven sonrió. Se salvaría. Solo tenía que
arrastrarse una vez más, y conseguía ponerse a salvo. Alargó el brazo, y justo cuando
estaba a punto de rozar la madera sagrada, sintió una opresión en los tobillos. Su
gesto de alivio cambió a uno de horror cuando esa opresión tiró de ella y la
adentró en la oscuridad. Los gritos de dolor de la chica se escucharon durante
toda la noche…
Al día
siguiente, en las puertas del monasterio de donde había salido la pequeña monja
la noche anterior, un hombre dejó un pequeño y delicado cuerpo de una mujer,
que agarraba con fuerza un crucifijo ensangrentado…”
Probemos de nuevo ¬n¬
ResponderEliminarEl prólogo me ha encantado, especialmente el final. Y la idea me parece muy interesante, más que tu otro proyecto (No soy muy partidaria de historias cuya premisa sea un triángulo amoroso). Así que ya sabes, estaré apoyándote/acosándote para saber más de Runne y compañía :3
P.D.
Y como le he dicho a Lickh, me ofrezco para hacer stamps y ediciones ;)
Normalmente no soy fan de ese tipo de historias, y menos todavía de CastielxSuxLys (mejores amigos peleados por la chica...no se...) Pero quise hacer algo así, como un proyecto corto <3
EliminarRespecto a Runne y compañía...de momento, claramente son 9 capítulos (uno por personaje principal) ^^