“Por primera vez sentí miedo. Miedo a morir en manos de
aquella chica. La locura había empezado. Caos, muerte, oscuridad, destrucción…Y
en el centro, nosotros, que buscábamos desesperadamente la manera de escapar,
la manera de huir de aquella locura que amenazaba con devorar lentamente
nuestras almas, que acechaba en las oscuras esquinas de aquel frío y tétrico
lugar…”
-T-tú…- balbuceó Michyo. El rostro de Ema adoptó una fría
indiferencia en cuanto escuchó la voz de Michyo- ¿Qué has…?-
-Salvaros la vida- respondió con tono brusco, interrumpiendo
a la psicóloga. Se agachó, arrancó un pedazo de tela de la camiseta del muerto,
y se limpió la cara con ella. Acto seguido, separó la cabeza del cuerpo, y la
miró fijamente- Idiota….- murmuró a los ojos sin vida. Acto seguido, la tiró
hacia atrás y se levantó- Vamos- el sacerdote le cortó el camino.
-¿Cómo que vamos? ¿Adónde?- espetó. Ema suspiró resignada,
como si fuese una profesora con un alumno cabezón que no entendía lo que le
estaban explicando. Señaló a June con el pico.
-Su revólver solo da para diez balas. Ha venido con
compañeros, así que ellos tendrán también armas. Pero dudo que recargas. Solo
han venido por un tío que se ha escapado. No se esperaban que saltaran los
plomos, ni que esta noche nuestra locura teñiría de rojo esta noche. Solo con
diez balas no se conseguirá nada, necesitáis a alguien capaz de hacer eso-
explicó, señalando el cuerpo decapitado tras sus palabras- Y ese “alguien” soy
yo- concluyó. Henry iba a protestar, pero la voz de June le cortó.
-Tiene razón…solo Hyde lleva un revólver de calibre 45, y es
el único potente que tenemos- murmuró, mirando a Ema- Hay que analizar la
situación. No somos capaces de matar a alguien de esa manera- murmuró. Ema le
miró con una sonrisa franca y apartó a Henry con el pico.
-Venga sacerdote, no me tenga miedo- soltó, dejando caer el
pico sobre el suelo para volver a arrástralo. Comenzó a tararear la canción,
para la turbación de los tres que la acompañaban…
-¡Oh venga jefe, no se lo tome a mal!- la voz fluida de una
muchacha pelirroja y ojos verdes sonó en los pasillos oscuros. Stan Landgom
miró a las dos chicas que iban con él y el jefe Doyle. Gemma, una muchacha de
doble personalidad, e Isabella, una hermosa chica de cabellos rosados y ojos
azules. Suspiró y miró el walkie de Gilbert. Habían contactado con June y la
psicóloga. Ellos también andaban con una chica llamada Ema. Al escuchar el
nombre de la interna, Gemma rió divertida.
-¡Ohhh, está con “Woodpecker”!- exclamó. Stan la miró
extrañado, pero Gemma se limitó a reír y a avanzar….
-¿Estás bien Lana?- preguntó Godot, agachándose junto a la
mujer. Esta tenía su revólver entre las manos y miraba asustada el cuerpo sin
vida que se encontraba ante ella- No te preocupes, defensa propia, recuerda-
murmuró, con una voz sedosa y tranquilizadora. Lana sintió tragando saliva.
Shail miraba la escena entre ambos inspectores sujetando a una chica de
cabellos plateados que miraba indiferente a los agentes.
-¿Has visto Caín?- murmuró la chica- La pistola ha hecho “¡PUM!”-
Shail miró preocupado a Arai. La falta de medicamentos agravaba la locura de
los prisioneros, y Aracaelis Hargreaves llevaba cerca de una semana sin tomar
su medicina.
-Tranquila…tú harás “¡PUM!” muy pronto hermanita- murmuró
una voz en su cabeza. Un chico de cabellos oscuros se materializó a su lado.
Solo ella podía verle. Arai sonrió y asintió lentamente…
-Jezabel Disraeli, soy el nuevo médico del manicomio- aclaró
el tipo de cabellos blanquecinos a Hyde e Illium. Estos iba con un chico de
cabellos verdosos que miraba a su alrededor nervioso apretando con fuerza una
tubería de metal que mostraba una mancha rojiza.
-Kyle Hyde, agente de la CIA. Estamos investigando la
desaparición de un recluso- informó. Jezabel asintió y desvió su mirada al
pequeño cura, que le observaba extrañado.
-¿Ocurre algo?- inquirió Jezabel, dedicándole una sonrisa
traviesa. Illium se quedo en silencio, pero se aclaró la garganta.
-¿C-Cuándo ha llegado?- inquirió. Hyde miró al cura
extrañado- N-no le había visto casi nunca- explicó, dirigiéndose a Hyde, para
explicarle su pregunta. Jezabel rio.
-Lo siento pequeño- comentó, revolviendo su cabello- Llegué
ayer, pero no he salido de mi habitación hasta hoy- explicó. Illium asintió y
se pegó a Hyde. El chico de pelo verde les miró fijamente.
-¿Vamos o qué?- espetó, revolviéndose contra la pared.
Jezabel le observó unos instantes y comenzó a caminar, seguido de Hyde, Illium,
y en último lugar Loki…
June abrió la puerta del comedor. Allí se encontraban el
grupo de Stan y el de Godot y Lana. El primero se acercó veloz a June y la tomó
entre sus brazos:
-Menos mal que estas bien…tuve miedo de que te hubiese
pasado algo- murmuró, besado su pelo. June le dedicó una sonrisa franca y fue
junto a Lana y Godot. Gemma ladeó la cabeza al ver entrar a Ema en último
lugar:
-Ohhh, hola “Woodpecker”- exclamó. Ema alzó la mirada del
pico ensangrentado y frunció el ceño.
-No me llames así- espetó, sentándose cerca del lugar donde
estaban todos.
-Eres un pájaro carpintero Ema, por eso se te llama así-
comentó Arai con una sonrisa. Ema apretó el pico y June tuvo el presentimiento
de que algo malo pasaría, pero la chica relajó el agarre.
-¿Por qué la llamáis así? Llevas todo el tiempo diciendo
“Voy a ver a Woodpecker”- recordó Stan. Gemma sonrió.
-Poco después de llegar, un tío intentó violarla, pero no
pudo. En la cena se levantó, con un cuchillo, y se acercó al imbécil ese.
Comenzó a apuñalarle en el cuelo, luego el torso, y por último el rostro…como
un pájaro carpintero con un árbol- explicó Gemma. Ema miró risueña por la
ventana con una sonrisa.
-El muy idiota no pensó que ocurriría si me hacia
aquello…pagó cara su ignorancia- murmuró. June tragó saliva mientras observaba
a la chica. Y en ese instante, Ema volvió a cantar aquella tenebrosa canción
infantil que ponía a la agente de los nervios…
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